2.1.09

La última inhibición. [17/03/08 ]

   Esta noche me lo has dejado muy claro. Nunca te había oído decir “basta” con tanta fuerza. Y además no creo que vuelvas a decírmelo con tanto ímpetu nunca más... mirándome con esa abyección mientras te sostengo la mirada por no derrumbarme sobre dos piernas malheridas que ya no soportarían el peso de mi alma.
   Y tú, oh, sí tú. Acéfalo antes de sentirte vivo y liberar todo lo que una vez te hizo sonreír. Te mueres en tu propio denuesto sin querer exteriorizar toda esa rabia contenida. Sin poder siquiera enmendar el daño que te haces día tras día y el que alguna vez le hiciste a los demás.
   A pesar de todos tus defectos y todos esos secretos que me ocultas, que no son pocos, que consideras podrían acabar con todo lo que conocemos como universo, como casta aptitud... Porque sí, tus secretos no me han sido revelados y antes de conocerlos ya siento que me han cercenado la cabeza. A pesar de todo eso, sigues siendo mi desiderátum. Como lo fuiste y lo serás por siempre.
   No te lo tengo en cuenta, puedes estar seguro. Pero el amor se traspasa a su frontera más cercana y se convertirá en odio y desolación y posiblemente dejarás de ser egregio por desmentir aquellas palabras que le han dado aliento a tantos seres. ¿Las transformarás en improperio?
   Y ahora parece que quisieras ser dañino para mí y te resguardas en un dolor inhumano que no quieres compartir conmigo. Creando así el piógeno que destruye todo en cuanto creí.

No hay comentarios: