2.1.09

La habitación sin salida. [22/09/08 ]

Una vez más al despertar se siente prisionera y se envuelve en sus sábanas blancas esperando la destrucción del mundo. Como si el hecho de que un enorme cúmulo en forma de piedra que acabara con todo pudiera sacarla de ahí. Ella imagina que todo quedará reducido a escombros exceptuando sus cuatro paredes. Sabe bien que no ocurrirá pero eso no le impide seguir soñando y esperando ser liberada.
Otras veces, muy a menudo, inventa en su caótica mente un rescate. Mucha acción, muchos golpes y puede que un “te echaba de menos” entre tanta sangre y violencia. No se para a pensar en ver su amor compensando, simplemente quiere escenificar lo que siempre ha sabido y lo que no se atreve a reafirmar.
A pesar de toda esta locura comprende que nada de esto pasará jamás y que su única salida está en su interior. La puerta está oculta en cualquier pared, puede sea una trampilla en el suelo o un techo falso que la conduciría a abrazar sus espectativas de divina alegría. Esté donde esté, la llave la tiene dentro de sí misma y no puede sacarla si no huye de allí y no podrá salir si no la extrae.

Desea romper los límites entre el tiempo y el espacio.
El tiempo que separa el espacio entre dos tiempos.
El espacio que separa en tiempo a dos lugares.



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